lunes, 29 de julio de 2013

Acampada en lago Tahoe

Tenía pendiente escribir sobre esta excursión hace ya mucho tiempo. Pero al fin he encontrado el tiempo para poder hacerlo. Creo que fuimos al Lago Tahoe hace un mes y medio aproximadamente. Y es un sitio muy bonito. Un lago de agua tan limpia que parecía un espejo, rodeado de montañas aún nevadas.
Pasamos allí un fin de semana en un camping en el sur del Lago Tahoe.

Os dejo algunas fotos para que veáis qué sitio tan bonito...



La canija iba dormidita en la mochila.


El grandullón ha descubierto que le encanta ir a la playa (le da igual que sea de lago o de océano) y se mete en todas las aguas por muy congeladas que estén. Se lo pasa fenomenal. Aunque es el único de la familia que se atreve a meterse, la verdad. Los demás nos quedamos en la orilla esperándole con una toalla para que le vuelva a circular la sangre por las extremidades.

Como sólo hemos pasado allí un fin de semana y el lago es enorme, sólo hemos visto una parte muy pequeña. En otro momento tendremos que volver a la parte Norte o a la orilla Este (en el estado de Nevada ya). La orilla Sur es la más turística y explotada de todas, parece ser.

Y la experiencia del camping también estuvo muy bien. Los campings aquí son un concepto un poco diferente al de España. Tienes a los vecinos muy muy lejos, mucho espacio para tí, y en cada "parcela" hay: una mesa con bancos, una barbacoa alta y una en el suelo y un armario anti-osos para guardar todo si no quieres tener una visita inesperada (¿os acordáis del oso Yogui? ¡Porque yo me acordé mucho de él en el camping!)

Lo peor de todo fue el frío que pasamos por la noche. Terrible. Y eso que dormíamos los cuatro dentro del mismo saco. El grandullón no ha dormido tan tapado jamás en su vida. Se pasaba toda la noche pegado a su padre sin mover ni un músculo.

Y fuimos muy americanos. Comimos mazorcas horneadas (¡a la canija le han encantado!) y asamos marshmallows (las famosas nubes dulces que asan ten las películas pinchadas en un palo). 

  

Y el grandullón se lo ha pasado en grande haciendo las hogueras. Creo que no exagero si digo que, en el fin de semana, se ha podido pasar en total 4 horas buscando palos para echar a la hoguera: "Tu siéntate, mamá, que yo voy a buscar palos para que no pases frío". Se sintió como un hombre mayor cuidando de SU fuego.

miércoles, 10 de julio de 2013

Siempre quise ir a L.A...

Pues, si este es tu caso, mi recomendación es que mejor te ahorres el dinero... o que lo uses para venir a San Francisco a vernos... :-)

Como sabéis, hemos pasado el puente del 4 de Julio en Los Ángeles. Y, como sólo eran 4 días y 2 de ellos los hemos pasado en el coche, no hemos visto todos los encantos que seguro que tiene que ofrecer L.A. Pero, lo que hemos visto, ha sido bastante decepcionante, la verdad.
Supongo que hay pocas ciudades por las que merezca la pena pasar 8 horas (12 contando las paradas) de ida y otras tantas de vuelta en un coche con un niño de 4 años y una niña de 14 meses que, desde que nació, no soporta viajar en coche. Y, definitivamente, Los Ángeles no está en la lista de esas ciudades.

Pero bueno, pasarlo lo hemos pasado muy bien y creemos que hemos conseguido una "cura de espanto" en la canija en lo referente a montar en coche. La pobre, en el viaje de vuelta casi ni se quejó.
Aquí os dejamos algunas fotos:

 El grandullón comparando sus manos con las de los famosos.

El grandullón encima de una de las estrellas del mítico Paseo de la Fama. Uno de los lugares con menos glamour que he conocido, la verdad. Ya no me hace nada de ilusión que pongan mi nombre en una de esas estrellas, así que, que no me lo propongan.

Si os fijáis mucho, podéis observar el famoso cartel de Hollywood en la montaña. 

También hemos visto las mansiones de los famosos en Mulholland Drive, Beverly Hills, Venice Beach y Santa Mónica.

Y, no puedo cerrar este post sin agradacer al padre de las criaturas todas las millas en coche que se ha hecho, cantando canciones, jugando a juegos absurdos, contando historias "de miedo" (las preferidas del grandullón ahora) y su enorme paciencia por no haberme matado después de prepararle semejante viaje.

miércoles, 3 de julio de 2013

Preschool Hunting

Si la caza de casa es toda una aventura, el preschool hunting es ya un deporte de riesgo (aunque de un riesgo menor que el School Hunting al que tendremos que enfrentarnos en Septiembre, por lo que comentan).
Entiendo que en España se comience la búsqueda de guardería con el niño aún en el útero (qué voy a decir si visité varias para el grandullón con una tripa muy prominente). Esto tiene cierto sentido porque los niños van a la guardería a las 16 semanas de haber nacido. ¡Dieciséis semanas pasan volando! Pero, que haya preschools aquí que acepten solicitudes de niños no natos para cuando el niño tenga los 2 años cumplidos, o compartir tour por la preschool con una pareja de dos hombres que planean adoptar y necesitarán el espacio para Febrero del 2016, me parece demencial. ¿No creéis?
En definitiva, que hemos llegado tarde al proceso de preschool hunting.
En España, puedes visitar y solicitar tantas guarderías como desees sin pagar ni un céntimo hasta el momento en el que solicitas que te reserven la plaza; una plaza real, que existe y que guardan para tu hijo/a.
Aquí, hay preschools a las que tienes que pagar $100 dólares para poder hacer el tour, luego, si te interesa y quieres solicitar una plaza (que no te dicen si está o no disponible en ese momento) tendrás que pagar otra cantidad ($75, $45, depende del caché de la preschool). Y, en ese momento, tienes el honor de pasar a formar parte de su lista de espera.
Así que, la gente visita y solicita sólo un pequeño puñado de preschools, dependiendo de lo que puedan permitirse.

Nosotros, debido a lo tarde que hemos llegado al proceso, hemos tenido que visitar unas cuantas. Aunque también en algunas hemos conseguido esquivar el paso por caja con diversas tácticas.
Idealmente, necesitábamos que el grandullón comenzara en el preschool cuanto antes. Nosotros lo necesitábamos y él también, que estaba deseando hacer amigos nuevos. Pero, desafortunadamente, si era difícil encontrar una preschool para Septiembre, encontrarla para YA, era casi imposible. Así que, el grandullón acude actualmente a casi la única que lo aceptaba: una preschool que nos ha sorprendido gratamente, a un paseito muy corto de casa (¡¡¡¡qué lujo es ir caminando al colegio todos los días!!!), donde los niños le adoran (en serio, se pelean por ver quién es más amigo suyo). El "problema" es que esta preschool tiene un programa bilingües español-inglés. Una de las profesoras habla siempre español y hay varios niños españoles que, evidentemente, son los mejores amigos del grandullón. En fin, que no es el mejor sitio para aprender inglés (aunque algo ya va aprendiendo, la verdad). Y, ya con más calma, hemos tenido que seguir buscando preschool para Septiembre (sí, somos unos padres desastrosos y no paramos de cambiar a nuestro hijo de colegio, esperemos que algún día nos perdone).

Durante el preschool hunting hemos vivido momentos "de risa", hemos tenido que renunciar a muchas cosas que en España se dan por seguro en un colegio y hemos ganado otras cuantas que nunca hubiéramos llegado ni siquiera a atrevernos a desear en España.

* Algunos momentos "de risa":


-  Visitar una de las clases del colegio candidato y observar cómo niños de 5 años que parecen "abducidos por una fuerza superior" cantan una canción muy lenta tipo-ópera mientras moviéndose muy-muy-despacio colocan los pinceles que llevan en un cesto sobre la mesa donde sus compañeros esperan pacientes con las manos en las rodillas cantando la misma canción. Ver la escena, observar al grandullón que en esos momentos estaba revolviendo todos los juguetes de madera (sólo había de madera) que tenían colocados con mimo en la clase, mirar al padre de la criatura mientras aguantábamos la risa y ver claro que ese no era nuestro sitio, fue todo uno.

- Pasar una tarde en otro de los colegios y ver que los niños corrían desnudos por el patio, tirándose agua, rebozándose en la arena... Todo muy muy divertido. Pero, cuando el episodio anterior había ocurrido hacía menos de 24 horas, en serio, que tuve que aguantarme la risa para soportar el contraste. Esté sí hubiera sido un sitio bueno para el grandullón unas pocas horas al día (de hecho, esta preschool está pensada para part-time sólo). Pero pasar toooodo el día en semejante "desmadre" es otra cosa.

- Entrar en una de las clases de otra preschool, ver a los niños en un círculo contándoles a los profesores las cosas que les gustaban y, cuando interviene uno de los niños, ver que dibuja un corazón con los dedos sobre su pecho al referirse a sí mismo. La aclaración de la directora fue que algunos niños, durante la fase de afirmación de su autoestima, hacen el símbolo del corazón en el pecho para referirse a sí mismos. -> ¿En serio? Pues nunca jamás he visto algo así en ningún niño español... ¿Seguro que no es algo que les enseñáis a hacer deliberadamente aquí? Raro, raro...

* Algunas cosas a las que hay que renunciar si no quieres reducir drásticamente la lista de preschools:

- A que tu hijo coma caliente todos los días. En el 95% de las preschools la comida la llevas de casa en un tupper. Si tienes mucha mucha suerte, tendrán un microondas en el colegio y alguno de los profesores será lo suficientemente amable como para usarlo si le pones lentejas en el tupper a tu hijo. Aquí comen "de otra forma"; se pasan el día comiendo snacks y la hora de la comida no es tan importante como en España. Mejor no os cuento lo flaquito que se está quedando el grandullón y eso que ya sabéis que él es de buen comer. Pero la crema de calabaza fría no le gusta, oye.

- A tener un patio en el que los niños puedan hacer el burro. Hay algunas que sí que tienen, estoy de acuerdo. Pero la mayoría no (tiene sentido al considerar que la mayoría son sólo programas part-time de medio día). Si tienes suerte, tendrán un mini-patio o llevarán a los niños a un parque cercano, cruzando calles y mezclándose con la gente (es el caso de la preschool actual del grandullón).

- A que tu hijo vaya a clase con niños de su misma edad. Aquí tienen la teoría de que es bueno que los niños estén en ambientes con niños de varias edades (entre 2 y 5 años). Así, los pequeños aprenden de los mayores y los mayores practican sus dotes de liderazgo. Puede que sea verdad, oye, que aquí los niños tienen muchas más dotes de liderazgo que la media española. Pero, a priori, es algo que no se aceptaría fácilmente en España, ¿no creéis?

- A que les enseñen cosas (académicamente hablando). Al principio se me ocurría preguntar si a mi hijo de 4 años le iban a enseñar a reconocer las letras. Pero he aprendido a dejar de hacerlo al ver que parece ser una pregunta ofensiva a la que siempre suelen responder así: "No, no te preocupes, aquí respetamos los ciclos del niño. El aprendizaje está iniciado y guiado por el propio niño, bla bla bla..." En definitiva, que si muestra curiosidad por el tema, le ilustrarán al respecto. Pero, si prefiere correr desnudo por el patio con un cubo de agua en la mano, pues nada, ¡a correr y a llenar ese cuerpito de autoestima!

- A que tu hijo pase todo el día en el colegio. Desde luego que hay preschools con un programa que dure todo el día (nosotros la estamos buscando así, claro). Pero, la mayoría, son programas de medío día (mañana o tarde). Y, si tienes suerte, podrás dejarle después o antes unas horas más al cuidado de alguna de las profesoras (extended care). Pero aquí se considera excesivo que niños de 4 años estén todo el día en el preschool. De hecho, al grandullón le miran con pena cuando decimos que le llevamos al preschool (¿Sí? ¿Ya en la escuela?). Si supieran que lleva así desde los 15 meses... :-(

* Las cosas que se pueden ganar:

- Un ratio profesor/alumno de 1/4 (1/9 en el peor de los casos). Si tenemos en cuenta que el grandullón venía de una clase en la que un profesor estaba con 25 alumnos, la ganancia es increíble, ¿no creéis?

- La posibilidad de participar activamente en la vida de la escuela. Hay preschools que son cooperativas de padres en las que cada familia tiene que trabajar para la escuela (en clase, limpieza, administración...) unas 6 horas semanales. A cambio son muy muy económicas y te permiten ver a tu hijo en el ambiente de la escuela en primera persona, observar lo que ocurre, crear una comunidad de padres muy fuerte, etc... Pero, sin llegar hasta el punto de las cooperativas, existen un amplio abanico de preschools en las que la participación de los padres es obligatoria un menor número de horas o muy muy bienvenida. ¡Y en España nos alegramos si nos dejan dejar y recoger a los niños en la propia clase y hablar 10 segundos con su profesora al recogerlos!

- Ver las cosas desde otro punto de vista: Que jugar, a esta edad, no es un juego. Que es más importante fomentar el desarrollo de la autoestima y las dotes de liderazgo (que es algo que dicen que o se consigue a esta edad o ya es muy difícil que se consiga) que estropear eso por conseguir aprender a leer (que se puede conseguir más tarde), etc...
Aún no tengo claro si estoy o no de acuerdo con muchas de estas cosas, pero está bien que te hagan planteártelo. Y, desde luego, es impresionante la autoestima que tienen los niños aquí (ya hablaré de eso en otro post); si tiene o no que ver sólo con todo esto, ya es otra cosa. Pero supongo que, el hecho de que sea algo de lo que se hable tanto, hace que esté presente en todos los momentos de su educación (casa/cole).

Bueno, que me ha quedado un post muy largo, lo siento. Y... mañana nos vamos a pasar el 4 de Julio a Los Ángeles. ¡Ya os contaremos a la vuelta!