Como sabéis, hemos pasado el puente del 4 de Julio en Los Ángeles. Y, como sólo eran 4 días y 2 de ellos los hemos pasado en el coche, no hemos visto todos los encantos que seguro que tiene que ofrecer L.A. Pero, lo que hemos visto, ha sido bastante decepcionante, la verdad.
Supongo que hay pocas ciudades por las que merezca la pena pasar 8 horas (12 contando las paradas) de ida y otras tantas de vuelta en un coche con un niño de 4 años y una niña de 14 meses que, desde que nació, no soporta viajar en coche. Y, definitivamente, Los Ángeles no está en la lista de esas ciudades.
Pero bueno, pasarlo lo hemos pasado muy bien y creemos que hemos conseguido una "cura de espanto" en la canija en lo referente a montar en coche. La pobre, en el viaje de vuelta casi ni se quejó.
Aquí os dejamos algunas fotos:
El grandullón comparando sus manos con las de los famosos.
El grandullón encima de una de las estrellas del mítico Paseo de la Fama. Uno de los lugares con menos glamour que he conocido, la verdad. Ya no me hace nada de ilusión que pongan mi nombre en una de esas estrellas, así que, que no me lo propongan.
Si os fijáis mucho, podéis observar el famoso cartel de Hollywood en la montaña.
También hemos visto las mansiones de los famosos en Mulholland Drive, Beverly Hills, Venice Beach y Santa Mónica.
Y, no puedo cerrar este post sin agradacer al padre de las criaturas todas las millas en coche que se ha hecho, cantando canciones, jugando a juegos absurdos, contando historias "de miedo" (las preferidas del grandullón ahora) y su enorme paciencia por no haberme matado después de prepararle semejante viaje.
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