sábado, 6 de abril de 2013

House Hunting - Capítulo I

Pues ese es exactamente el término local que se utiliza: house hunting. En España la gente "busca casa", aquí salen a cazarlas. Y, después de unos días practicando el deporte, uno comprende por qué.

A la ilusión inicial al conocer el presupuesto del que disponíamos, le siguió la conmoción posterior al comprobar los precios de los alquileres en la ciudad (es muy fácil pagar 1500$ por una habitación en un piso compartido, por ejemplo).
Y, la agencia que ha contratado la empresa del papi para que nos ayude en la caza estaba decidida a mandarnos a vivir en las ciudades del sur de la Bahía (Palo Alto, San Mateo, etc...). De nuevo el efecto "familia". Y la verdad es que esas ciudades tienen muchas ventajas para los niños: muuuucho mejor clima que San Francisco (dejo para otro post hablar de la locura de su clima), muchas menos cuestas, colegios mucho mejores y posibilidad de vivir en una casa "al estilo americano", independiente, con su jardín, su barbacoa,  etc... 
Pero también supone otras dos cosas para los padres: coche para todo y... no vivir en San Francisco. Es difícil de explicar pero, vamos a estar aquí poco tiempo, queremos vivir la ciudad aunque sea con dos niños en brazos.
Así que, le complicamos un poco el trabajo a la agencia. Y estos son los requisitos que, inicialmente, les dimos:

- Barrio familiar. Vale, queremos vivir en la ciudad, pero tampoco vamos a meter a los niños en un barrio en el que los niños sean una rareza (los hay, en serio).
- 3 dormitorios.
- Lavadora privada en el propio piso (otra rareza, al parecer).
- Piso de arriba. Aquí se lleva mucho haber dividido una casa victoriana en dos o más apartamentos. Los dueños de la casa suelen quedarse el piso de arriba y alquilan el de abajo. Pero, parece ser que en los pisos bajos puede haber problemas de ruidos de los vecinos de arriba porque estas casas son antiguas y no están bien aisladas. Como consecuencia, los pisos bajos son mucho más baratos.
- No muy viejo.
- Si tiene jardín sería un extra muy agradable.

¿Tampoco parece que estemos pidiendo un imposible, verdad?
Bueno, y después de nuestra visita a San Francisco en Diciembre, ampliamos la lista con dos detalles más:

- Evitar las cuestas. No se sabe realmente lo que son las cuestas hasta que se ha recorrido SF empujando un carrito de niño. En serio, volví a España con ampollas en las manos y agujetas después de quince días de practicar este deporte.
- Evitar las zonas de más niebla.

Y, con esta lista en mente, salimos a cazar casa el "Día 1". Según la agencia, nadie se decide por una casa el primer día. Es más bien un día de "concienciación" (en España lo llamaríamos el día de "te voy a poner los pies en la tierra, guapa").
Entre las 3 casas que vimos ese día, sumamos lo siguiente:
- 0 lavadoras en el propio piso.
- 1 apartamento en una casa viejísima con una distribución bastante extraña.
- 1 apartamento de sólo 2 habitaciones.
- Sólo 1 cocina nueva.
- Sólo 1 jardín (muy chulo, eso sí).
- Ninguno de los pisos era el piso alto. Uno incluso era el piso segundo en una casa de tres alturas: supongo que si hay algo peor que vivir en el piso bajo, debe ser vivir en el piso medio (ruidos de los vecinos de arriba y quejas de los vecinos de abajo).

Obvia decir que no nos decidimos por ninguna de las tres opciones. Pero la agente se fue bastante contenta. Parece ser que el día de "concienciación" cumplió el cometido esperado.

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